En busca de vincular los ül archivados en colecciones históricas, nos juntamos en espacio abierto a recomponer memorias, cantos, palabras e instrumentos de forma autonómica. Nos empezaron a llamar kutruneras.

En el espacio de las KULTRUNERAS, que es un espacio de reflexión y expresión, vamos recuperando prácticas sonoras MAPUCE. El üllkantun, el ayekan, el purrun, tayül, la construcción de instrumentos ancestrales significan para mí, una REPARACIÓN para nuestro pueblo. Es una forma de revitalizar los sonidos de la tierra, de escuchar las voces y las palabras de nuestros mayores (Verónica Quintupuray). Ver nota completa en Resumen Latinoamericano. Justicia política/poética: somos los procesos que encaramos en una ronda (Post de Marion Prietto) Liberamos voces de aquellos que fueron silenciados de manera brutal por las distintas estapas que tuvo el genocidio (testimonio de Carolina). Cantamos cantos en mapuzungun y charlamos sobre sus significados, hacemos instrumentos compartidos, no es de uno sino de todos y de todos los que vendran (...). El resignificar la expresion sonora trae otras cuestiones que leído en un texto escrito por otros que tienen una mirada distinta a la nuestra, no se ve. Eso tiene que ver con la emocionalidad y lo revolucionario de lo grupal (testimonio de Ivana Sepulveda).
Se encuentra un sentimiento de hermandad al estar respirando las humildes búsquedas de sonidos ancestrales, modelando instrumentos y entonando cantos acompañados por el percutir de los kultrunes pu piuke (testimonio de Elena Navarro). Recuperar lo que nos fue negado, restituir para fortalecer, restituir para acorazonar, restituir para ternurar, restituir para no andar solas, restituir para sentir pensar, en el círculo de el ül (testimonio de Mariana Moran) Volver a las memorias corporales y re encontrarnos con las huellas ancestrales que brotan del silencio (testimonio de Maria Isabel Huayquil).